Se considera que la primera infancia es un período clave en la historia de cada niño, y genera huellas relevantes para su trayectoria personal y educativa futura. Es la etapa en donde se sientan las bases del desafío del desarrollo cognitivo, emocional y social que dan lugar a la estructura de la personalidad de los sujetos. En este sentido se afirma que la incorporación temprana de los niños al sistema educativo, y con buenas experiencias educativas, se constituye en uno de los factores con incidencia más favorecedora.
Reconocemos a la familia como primera educadora, así que nos planteamos un trabajo en forma conjunta e inseparable entre familia y escuela.
Como comunidad nos proponemos trabajar para construir un clima de libertad responsable, y de trabajo comprometido, a través del afecto, el respeto, la sinceridad y la generosidad en el hacer, el sentir y el decir.
Como institución que adhiere al enfoque de educación inclusiva, reconocemos diferentes formas de acceder al conocimiento, que suponen cambios y flexibilizaciones, contemplando los distintos modos de aprender. Promovemos el respeto a las diferencias, impulsando la participación de cada niño en los procesos educativos.